Por Valeria Rodriguez, Directora de Lyra para Argentina
Entre las grandes tendencias que impulsan actualmente el desarrollo del sector financiero, la transformación digital en su más amplio sentido es sin duda uno de las más trascendentes para el futuro de la industria y deriva, en primer lugar, de la propia evolución de los consumidores donde las nuevas generaciones exigen innovación en los servicios, agilidad de respuesta y seguridad de su información.
Quienes hacen parte del ecosistema digital deben estar en la capacidad de atender de forma eficiente esta demanda a través de la implementación de nuevas tecnologías tanto en el ámbito presencial como en el online. Cada nueva tecnología emergente facilita y acelera la penetración del público a diferentes servicios y herramientas. Dentro del comercio electrónico, podremos observar varios actores que intervienen: el comercio / tienda vendedor(a) y los proveedores que apoyan la comercialización, dentro de los cuales encontramos la plataforma que utiliza para comercializar los productos y/o servicios, el medio de pago que facilita la transacción y por último la logística que se ocupa de hacer efectiva esa entrega. En este ecosistema la transformación digital viene aparejada a la necesidad de mejorar la eficiencia y la rentabilidad de las organizaciones que persiguen como resultado un impacto positivo en el consumidor, quien hoy más que nunca hay que mantener en el centro, con foco en la experiencia.
El gran reto para quienes trabajamos en la industria es convertir en un commodity el proceso de pago. Para ello, considero que en Argentina todavía tenemos pendientes algunos aspectos de reformas de regulación importantes que se deben dar simultáneamente tanto desde el sector público como el privado, para contribuir a la democratización de los pagos digitales y dé lugar a una mayor inclusión financiera.
Hace algunos años, un tema muy recurrente entre algunos sectores de la industria eran los porcentajes de comisión que tienen soluciones de pago en UE o en USA, en su mayoría muy por debajo del 2%, y también cómo estos aranceles impulsarían el desarrollo del ecosistema. Hoy no es una cuestión menos relevante y por eso desde Lyra acompañamos ese crecimiento, replicando una estructura de costos con la misma transparencia que trabajamos en Europa, con esquema de pricing fijo y sumamente accesible.
Toda política, ya sea que nazca desde el sector público o bien del sector privado, que promueva el desarrollo tecnológico, equipare a los actores dentro de la industria y contribuya a bajar los costos asociados, sin duda alguna va a impulsar el desarrollo del ecosistema y fomentará el desarrollo de servicios financieros inclusivos. La transformación digital no es únicamente la incorporación de tecnologías a procesos, sino también pensar en cómo mejorar la productividad, competitividad y oferta de valor de las empresas a través de la incorporación de tecnología, teniendo como objetivo final mejorar la calidad de vida de las personas.
Estamos siendo protagonistas de cambios estructurales en la sociedad, viendo la transformación del trabajo, la producción y el consumo, donde los servicios financieros cumplen un rol esencial ante un escenario dinámico es por eso que los aliento trabajando y renovándonos para satisfacer las necesidades de un cliente que hoy es digital.